sábado, 12 de julio de 2008

CANNED HEAT - Future Blues (1970)



Canned Heat es una banda americana que tuvo su origen en dos auténticos entusiastas del blues como eran Bob Hite (apodado “El Oso”, adivinen por qué) y Alan Wilson, que decidieron pasar de coleccionar álbums de blues a interpretar ellos también esa música. A finales de los 60 consiguieron dar forma a ese proyecto creando un grupo de rock de marcadas influencias blues que destacaba sobre todo por sus potentes directos que incluían extensísimas jams. Su momento de auge vendría con los festivales de Monterey y Woodstock, donde sus actuaciones les harían por fin famosos.

Aunque su hábitat natural era el escenario, Canned Heat también crearon grandes discos de estudio como el fabuloso “Boogie With Canned Heat” o éste que nos ocupa. Su estilo era un boogie austero, donde las referencias a sus raíces blueseras estaban siempre presentes y predominaban solos de guitarra más bien rudos (aunque no por ello descuidados) que en directo se alargaban hasta desembocar en auténticas jams de blues.
Hablar de una formación clásica en el caso de este grupo es algo peliagudo, puesto que fue una banda muy inestable en ese sentido (hoy en día el único miembro de esta época que queda es el entrañable batería Fito de la Parra), pero lo más parecido que tuvieron a eso se encuentra en este disco: Bob Hite como cantante, Alan Wilson como cantante y guitarrista, Harvey Mandel a la guitarra, Larry Taylor al bajo y el ya mentado Fito a la batería. Con esta agrupación consiguieron el éxito y crearon sus temas más legendarios, pero no duraría mucho ya que éste sería el último disco que grabaron con esta formación (Taylor y Mandel se irían con la banda de John Mayall y Alan Wilson fallecería poco después).

“Future Blues” es un disco que sigue el mismo estilo de boogie que sus obras anteriores pero con el pequeño matiz de que en algunos temas se atrevieron con un sonido algo más duro de lo normal acercándoles levemente al hard-rock de la época.
En mi opinión una de las mayores cualidades que encontraremos aquí es que es un disco en que podemos disfrutar del estilo de Canned Heat con ciertos matices diferentes entre temas. No es que sea un disco heterogéneo, pero en “Future Blues” consiguen mostrarnos diferentes enfoques que podían darle a su sonido particular sin salirse nunca de sus pautas personales ni por supuesto de sus intocables influencias blueseras.
Así pues, el tema que abre, “Sugar Bee”, muestra a los Canned Heat orientados hacia el blues-rock tradicional ayudados por unos magníficos solos de armónica. A éste le sigue “Shake It And Break It”, con un sonido más suavizado (que recuerda en estilo a su mítico tema “Goin’ Up The Country”) que retomarán aunque con un tono algo más rockero en el tema homónimo del disco . La versión que hacen a continuación de “That’s All Right Mama” resulta irreconocible si nos basamos en la famosa interpretada por Elvis, ya que ellos optan por desarrollarla de forma más lenta y pesada.
El siguiente tema es uno de mis favoritos, “My Time Ain’t Long” (desafortunado título teniendo en cuenta que su compositor, Alan Wilson, no tardaría en morir) donde las guitarras hacen maravillas. La primera parte del tema recrean un sonido hipnótico y continuo, al cual le sigue al final un inesperado y desbocado solo de guitarra. Siguiendo con la premisa de mostrar todos los matices a los que puede llegar el sonido Canned Heat, en el divertido tema “Scat” hacen un homenaje al jazz con la inclusión de instrumentos de viento a lo “big band”, una mayor presencia del piano, pequeños solos de bajo y batería y, por supuesto, el uso de la técnica vocal mencionada en el título para cantar. Cojonudo.

Pasamos entonces a los mejores temas del disco, empezando por el clásico “Let’s Work Together”, seguramente el tema más mítico de la banda junto “On The Road Again”. Aquí es donde se notan más que nunca los matices hard-rockeros con ese sonido tan endurecido de guitarras. El gran punto fuerte del tema es la melodía vocal absolutamente pegadiza que lo convertía en un hit potencial.
“London Blues” tiene un inicio enigmático que da paso al momento más puramente bluesero de todo el disco. Un blues irresistible y con mucha clase en gran parte gracias a los teclados (tocados por Dr John). Todo un homenaje a los clásicos del género hacia los que tanta devoción sentían.
Y por último, si hemos repasado todas las facetas constituyentes del sonido Canned Heat, el avispado fan habrá notado que falta una muy importante que define al grupo. Nos falta un boogie de esos lleno de improvisaciones y solos de guitarra. El fabuloso “So Sad” es el tema que llena este hueco: un tema extenso donde toda la banda se luce por completo poniendo a prueba su potencial con extensos interludios instrumentales que a algunos se le harán interminables pero que a los fans nos parecen maravillosas. Además al durar sólo 8 minutos (en directo podían estarse así un cuarto de hora fácilmente) sirve como ejemplo resumido de lo que eran sus jams.

Tras este repaso creo que lo único que me queda por decir para acabar la reseña es citar a Bob Hite y decir “And don’t forget to boogie!!”.


miércoles, 2 de julio de 2008

RASPBERRIES - Raspberries (1972)



Cuando se empieza así no hay nada que decir. "Raspberries" empieza con un riff chulísimo, de puro rock and roll del tipo de los Rolling Stones. Y cuando empiezan a cambiar, la cosa cambia. Las melodías son empalagosas, en la tradición de los sesenta, pero la vigorosa y potente base ahí se mantiene y hace de "Go all the way" un pequeño clásico olvidado de los años setenta, que parecen revivir cada vez que alguien hace sonar este tema.

Raspberries sacaron cuatro discos entre 1972 y 1974, de los cuales por ahora sólo he escuchado este, su debut, y no me cuesta demasiado decir que me gustan todos. Parece ser de esos grupos que uno no tiene prisa por escuchar porque sabe que no van a decepcionarle con un 0,1 % de error, y estos refugios, por más que puedan ser abundantes en el rock clásico, no deja de ser una gran alegría encontrar uno de ellos.

"Come around and see me"
y "I saw the light" siguen con esas melodías tan especiales, que beben tan directamente de los Beatles, de los Hollies, de los tiempos en los que el término pop no era entendido por mucha gente como música facilona de usar y tirar, en un formato más acústico, incluso folk por momentos. Con "Rock & roll Mama", como indica su nombre, se acercan a un estilo más rockero. Pese a que podría decirse que suenan, simplemente, a su tiempo, no logran que me saque de la cabeza a Jagger, Richards y compañía. Es un excelente tema alegre, no demasiado cañero, comedido, que sin grandes alardes te hace mover el pie y las caderas sin que llegues a dar cuenta.

Siguen los contrastes en este disco con "Waiting", una balada de piano que quizá empalaga un poco por los arreglos de cuerda, que pese a todo no están añadidos con mal gusto. "Don't want to say goodbye" es otra balada que viene a continuación, y tiene un acompañamiento similar basado en cuerdas, aunque está interpretada por toda la banda y el estilo recuerda a Elton John.

Bastante más afortunados son los arreglos orquestales, para los cuales el productor se inspiró en Phil Spector, para el tema "With you in my life", que sigue, aún siendo la banda estadounidense, la mejor tradición del brit-pop sesentero de los Kinks. "Get in moving" es el otro tema claramente rockero del disco, de corte similar a "Rock & roll Mama". Aunque se agradece la variedad del disco, creo ciertamente que es en temas así donde encontramos lo mejor de los Raspberries, al menos en su debut. Las hermosas melodías resaltan más acompañadas de potentes guitarras que tratando de sostener el tema ellas solas y los solos de guitarra son bastante buenos, y en temas así es donde mejor lucen.

El disco termina con un tema largo y épico, "I can't remember" que dura unos ocho minutos. Un tema que sigue los clásicos patrones de empezar como una balada e ir adiquiriendo mayor potencia, que pese a todo es bastante efectivo. No acaba de parecerme la pieza definitiva del disco, pues me posiciono más junto a otros temás más directos, pero no deja de ser una gran canción.

En general "Raspberries" puede no ser un disco impresincible, pero sí altamente aconsejable para los enamorados de la música de los setenta, etiqueta que supuestamente engloba a la gente que espero que lea este blog. Me gustaría dar un par de curiosidades para terminar: la primera es que supuestamente, es la primera banda para la cual la prensa utilizó la etiqueta power-pop. La otra es que uno de sus componentes, Eric Carmen, tuvo un importante single en solitario llamado "All by myself", que más tarde popularizó Celine Dion. Sí, es como lo que pasó con "Without you" de Badfinger y la versión de Mariah Carey. Si es que el power-pop está maldito.