viernes, 15 de febrero de 2008

MCDONALD & GILES - McDonald & Giles (1970)


Detrás de esta portada tan entrañablemente ridícula se esconde una pequeña joya del rock progresivo.
Para entender de donde salen estos McDonald y Giles tan elegantemente vestidos debemos remontarnos a 1969. En ese año, King Crimson publicaron su mitiquísimo y soberbio debut. Y pese a que la carrera de la banda no podía empezar de mejor manera, Ian McDonald (encargado de los instrumentos de viento y teclados además de compositor de los temazos “I Talk To The Wind” y “The Court Of The Crimson King”) y Michael Giles (batería) se fueron para probar suerte por su cuenta dejando que se encargara Fripp de acabar el segundo disco de la que por entonces sería ya definitivamente su banda.

La mayoría de temas que aparecen aquí los había estado componiendo McDonald estando aún en King Crimson y algunos de ellos de hecho ya estaba previsto que aparecieran en el “In The Wake Of Poseidon”. En cuanto al estilo de esta obra, a mí personalmente me recuerda mucho al debut de King Crimson aunque quizás le falte un poco ese toque épico tan especial que tiene, pero no por ello deja de ser un disco excelente.

El disco empieza fuerte con “Suite In C”, un largo tema bastante complejo que empieza con una melodía bastante tranquila con unos preciosos coros y arreglos orquestales hasta desembocar en una parte instrumental mucho más jazzística, que acaba con una pegadiza melodía basada sobre todo en los teclados (que por cierto, los toca nada más y nada menos que Steve Winwood).
“Flight Of The Ibis” es uno de mis momentos favoritos, una balada preciosa, delicada y muy especial. Como curiosidad cabe decir que en el disco crimsoniano “In The Wake Of Poseidon” aparece una canción llamada “Cadence and Cascade” que recuerda muchísimo a este tema. Al parecer éste era uno de los que iba a aparecer en dicho disco pero McDonald se lo llevó consigo cuando decidió emigrar de la banda. Fripp a cambio se quedó la letra que iba a tener dicho tema y le puso una nueva música... pero oyendo el resultado final uno no puede evitar pensar que se basó mucho en la melodía que había compuesto su excompañero o quizás que incluso intentó recrearla.
A ésta le sigue otra balada de corte más intimista: “Is She Waiting?”, que canta McDonald acompañado sólo de una guitarra acústica y unos leves toques de piano.

El único tema compuesto por Giles que encontraremos será “Tomorrow’s People – The Children Of Today”, una pieza en la que se erige como absoluto protagonista con esa espléndida batería recordándonos que era un excelente músico. A diferencia de las piezas anteriores tiene un tono más rockero excepto en un leve interludio instrumental en que el protagonismo pasa de nuevo a McDonald haciendo un pequeño solo de flauta.

Y para acabar, el tema más ambicioso del disco y en mi opinión el mejor: “Birdman”, una pieza de más de 20 minutos dividida en varios segmentos siguiendo la tradición de las grandes composiciones del rock progresivo. En general mantiene el estilo del disco pasando de pasajes más jazzísticos (con gran protagonismo de McDonald al saxofon y una impecable sección rítmica de los hermanos Giles) a otros más solemnes con protagonismo de teclados. El momento cumbre de la canción para mí llega cuando, hacia la mitad, todo se reduce a una leve melodía de teclados y de flautas que va progresando y progresando lentamente hasta acabar desembocando en el momento culminante del tema en que comienza a sonar la melodía principal, primero de forma lenta con teclados y voces, luego poco a poco acompañada de arreglos y trompetas hasta acabar de forma engrandecida. Colosal, mágico.

Amigos, no se fien de las caras o la corbata de los tipos de la portada, este disco es enorme. Otro clásico a reinvidicar urgentemente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una vez más, una buena reseña de un disco imprescindible que yo he descubierto hace muy poco. Mucho sabor al King Crimson de la primera época (que es el que a mí me fascina)

Dark.