sábado, 11 de octubre de 2008

PINK FLOYD - Atom heart mother (1970)



"Atom heart mother" pertenece a la etapa más oscura de la discografía de Pink Floyd. Esa étapa tras su prometedor inicio psicodélico y anterior a su gran éxito comercial que llegaría de la mano de "The dark side of the Moon". Es por eso que fuera de la gente ya metida en la banda no es un disco demasiado conocido. Influye además el odio que los componentes de la banda parecen tener por la pieza principal del disco, que ha hecho que no sea nunca rescatada para el directo en giras posteriores.

"Atom heart mother" ya fue un disco que consagraba el estilo que más tarde seguirían haciendo Pink Floyd, siendo un nexo entre la experimentalidad de su anterior obra ("Ummagumma") y el sinfónico y relajado "Meddle" que vendría un año después. Los ritmos típicos de Nick Mason, esas voces armoniosas, las raíces blues principalmente gracias a la guitarra de Gilmour y los órganos de Wright sonando más rockeros que nunca antes habían sonado... podría decirse que "Meddle" es un disco que intenta refinar y perfeccionar lo mostrado aquí, pero por su contra, pierde parte del factor experimental y bizarro que aún es latente en este LP.

La cara A del disco está ocupada por "Atom heart mother suite" con sus más de 23 minutos. El tema es un collage de partes bastante distintas, que en un momento dado, la banda decidió que tenía que orquestar. Para ello contaron con Ron Geesin, que se encargó de la orquestación y, en parte, de la composición que acabó de moldear la obra como un todo. Está dividida en distintas partes. La primera, "Father's shout", podría ser vista como el tema principal y sus motivos van apareciendo de vez en cuando por el tema. Es un segmento de unos tres minutos, con un riff cargado de fuerza interpretado por los instrumentos de viento, y con Mason marcando el ritmo de manera impecable. Luego llega "Breast milky", una completa maravilla, más relajada, donde escuchamos un solo de violonchelo absolutamente precioso, con un mágico acompañamiento de teclados y la guitarra de Gilmour, que tarda más en entrar, y suena extraída desde el mismo corazón del blues. "Mother fore", que va desde el mínuto 5 al 10 mantiene el nivel bien alto. Es una parte más atmosférica, donde el peso principal lo lleva un coro que figura acreditado como John Aldiss Choir. Sencillamente sobrecogedora. Del mínuto 10 al 15 encontramos una potente jam bluesera llamada Funky dung, con el órgano y la guitarra en su mejor momento, al estilo de la que encontraremos en la pieza magna de su siguiente disco (y quizá del grupo), "Echoes". "Mind your throats, please" ocupa más o menos del 15 al 19, y es la parte más experimental, donde podemos encontrar unas partes vocales muy originales que en parte me recuerdan a las que usarían los franceses Magma en su "Mekanik Destruktiw Kommandoh". "Remergence", que es la última parte, juega con distintos segmentos ya aparecidos, conduciendo el tema hasta un final apoteósico. Sublime. Espectacular. Divino. Una de las mejores obras del rock progresivo en toda su historia.

La cara B, muy infravalorada, tiene en mi opinión también mucho que decir. Consiste de tres temas, uno compuesto y cantado por cada miembro menos Mason, y un instrumnental obra de la banda que cierra el disco. "If" es una preciosa balada de Waters, basada en guitarra acústica y con la eléctrica de Gilmour y el piano adornando de manera muy delicada. "Summer '68" es mi favorita de este segmento. Es un tema compuesto por el recientemente difunto teclista Richard Wright, una canción pop que se fundamente en el piano y los vientos (impresionante lo que entra tras el segundo estribillo). Una joya, y quizá mi canción favorita aportada por Wright al grupo (que aportaba pocas, pero siempre eran excelentes). Gilmour por su parte termina de definir su estilo personal lánguido y relajado con la balada "Fat old Sun", al servicio de su hermosa voz y su aún mejor guitarra. De este trío es la canción que menos me gusta, pero el final nunca deja de ser sobresaliente, especialmente por el ataque eléctrico que aparece al final del tema. Al que le guste este tema, le remito al reciente disco en solitario de David Gilmour "On an island" (2006), muy bueno en mi opinión. La que resta es "Alan's psychedelic breakfast", una bizarría instrumental, que en mi opinión, en lo menos interesante del disco, aunque se hace muy agradable de escuchar. Además, parecerá extraño, pero me encantan esos sonidos de gotas cayendo, cerillas encendiéndose y demás pormenores. Tengo entendido que cuando interpretaban esta canción en directo realmente reproducián estos ruídos, llegando a freír huevos sobre el escenario. Sus tres partes, la primera guiada por Wright con su piano, la segunda por Gilmour con guitarra acústica, y la tercera por el teclado de nuevo son realmente buenas, especialmente la última, que tiene toda la solemnidad y épica de Pink Floyd en sus mejores momentos, y hacen que estos trece minutos no se hagan aburridos, pero se echa en falta la soberbia genialidad del resto de temas.

En resumen, "Atom heart mother" es un disco genial, incluso dentro de la discografía del mejor grupo de la historia, que podría mejorar únicamente mejorando su último tema, pero tampoco hay demasiado que objetar. Imprescindible.





3 comentarios:

Vicky Wolf dijo...

Me gusta mucho este disco, pero ya va siendo hora de actualizar.

Hola.

MAS dijo...

Pues eso un puto discazo como la copa de un pino! gracias a tu review me has hecho recatarlo y joder, menuda gozada el tema principal. AMOS.

Anónimo dijo...

Poco más que decir. Excelente reseña. Tengo ese disco desde más o menos 1973, y siempre me ha encantado. Lo considero uno de los fundamentales del grupo (mi grupo favorito, por cierto) junto a Meddle, The Dark Side of The Moon, Wish You Where Here, Animals y The Wall.
Por cierto, nunca había pensado lo de las similitudes con MDK de Magma, pero, es cierto.
¡Ah! Mi favorita de la cara B es If.

Dark.