lunes, 15 de octubre de 2007

BADFINGER - No dice (1970)



Si existe un grupo con un sambenito, este grupo es Badfinger. Este grupo se llamaba The Iveys cuando fueron fichados por Apple Records, la compañía discográfica de los Beatles, en 1968, cuando los Beatles estaban al punto de la separación, no siendo hasta un año después cuando cambiarían su nombre por Badfinger. Este grupo fue de alguna manera apadrinado por Paul McCartney, que incluso les llego a componer algunos temas. Y lo más importante, el estilo del grupo es muy beatle. Tienen un sonido potente y guitarrero, más cercano a los setenta que a los sesenta, pero las voces y las composiciones son claramente deudoras del cuarteto de Liverpool. Hablo al menos de este disco, el único que he escuchado suyo. Como consecuencia, mucha gente les ha encasillado, sin piedad algunas como unos meros Beatles de segunda, como una suerte de recambio que Apple necesitaba ante la inminente desaparición de su grupo estrella, pensando que quizá los fans, hambrientos de más música beatle se lanzarían a por los discos de Badfinger. A día de hoy, vistos en retrospectiva, apenas pasan de ser un grupo de culto, y es una lástima. Una lástima porque a pesar de todo, la colección de temas que contiene este disco es digna de cualquier grupo pop, incluyendo a los Fab4.

Badfinger en este disco eran Joey Molland a la guitarra, Tom Evans al bajo, Mike Gibbins a la batería y Pete Ham a la guitarra y piano, además de ser el lider compositivo en este disco, aportando voces, añadiendo un paralelismo más con The Beatles, Molland, Evans y Ham. Ninguno de los cuatro era ningún virtuoso, pero cada nota está bien colocada y en general suenan perfectos

Recuerdo cuando escuché por primera vez "Band on the run", mi primer contacto serio con la carrera en solitario de Paul McCartney, y la verdad es que no me gustó mucho. A día de hoy salvo un par de temas sigue pareciéndome un disco aburrido, y por su culpa aún no me he decidido a profundizar en la carrera en solitario de Paul (cosa que haré algún día). Tiempo más tarde escuché este disco y ¿qué me encontré? Ni más ni menos que exactamente lo que esperaba del disco de Macca. El ejemplo más claro es posiblemente la mejor canción del disco, "No matter what", que rescata lo mejor de la tradición pop de los sesenta, con una producción acorde a sus tiempos. Dos melodías (estrofa y estribillo) perfectas, bien cantadas y bien armonizadas, guitarras muy simples pero con gancho, energéticas sin resultar ruidosas, poppies sin resultar empalagosas, un ritmo sencilo pero pegadizo, y una letra de amor sin muchas complicaciones. Una canción que por si sola aplasta a la mitad de temas del recopilatorio rojo de The Beatles en su propio terreno. Canción que por cierto los geniales Jellyfish versionearon un par de décadas después.

La otra canción imprescindible es "Without you", la canción más famosa de Badfinger, que fue popularizada posteriormente por Harry Nilsson, y después por Mariah Carey (y hace poco escuché en la radio una versión en español realmente abominable), pero como la original, nada. Una balada romántica, elegante, acompañada por un mullido colchón acústico y leves pinceladas eléctricas. La melodía, de nuevo, de cinco estrellas. La interpretación, emotiva, cargada de sentimiento. Una canción muy especial, que quizá no merezca más fama que otras de este disco, no deja de ser una de las grandes baladas del rock.

La cosa por suerte no se queda en dos temas. "I can't take it" y "Love me do" (nada que ver con el clásico de Lennon/McCartney) por ejemplo son dos temazos de pop en una onda no muy distinta a "No matter what". "Midnight caller" es otra balada, esta vez con piano, que está como mínimo a la altura de "Without you". "Blodwyn" y "Better days" llevan una onda más americana, sureña, sin perder en ningún momento la accesibilidad melódica ni el encanto pop. En total, doce temas, doce joyas de la música pop.

Para el final dejo la última pieza del disco, "We're for the dark", simplemente una guitarra acústica supersimple sobre la que Pete Ham canta una de las melodías más irresistibles del disco. Se le agregan arreglos de cuerdas que no quedan mal y ayudan a despedir el disco con un toque más oscuro, pero lo cierto es que no eran del todo necesarios: la melodía se sustenta por si misma.

El final de Badfinger no fue feliz. Tras unos malos tiempos, pocas ventas, ser estafados y que su disco "Wish you were here" (1974) fuera retirado del mercado sin apenas haber pasado tiempo a la venta, Ham se ahorcó en 1975, dejando a su novia embarazada y llena de deudas. En 1983 Evans le imitó, tras una discusión con Molland sobre los derechos de autor del tema "Without you". En 2005 Gibbins murió por causas naturales. Molland sigue desde hace bastantes años girando bajo el nombre de Joey Molland's Badfinger, pero obviamente, no es lo mismo. La música de estos cuatro británicos ha quedado en el tiempo como un preciado tesoro que nos vemos obligados a racionar, siendo conscientes de que no va a haber más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola amigos,gracias por el post de nuestros queridos Badfinger.Y es cierto,uno de cuatro ya no es lo mismo.
Jorge Morales,Chile