Hace mucho tiempo me bajé un recopilatorio de Aerosmith. Era doble y abarcaba de manera bastante completa toda su carrera. No estaba mal, pero salvo algún tema, no me convenció gran cosa y me olvidé de él. El hecho de que apenas los oyera durante mucho tiempo después y que las canciones que más escuchaba por ahí fueran cosas como "I don't wanna miss a thing" (que por otro lado tampoco está tan mal) no mejoraba mucho el panorama. Mucho después, no sé a santo de qué, pues había desterrado a Aerosmith sin piedad de mi lista de intereses, me dio por descargar este "Toys in the attic" y la cosa cambió. Me di cuenta de una cosa, y es de que, contra lo que muchos creen, los recopilatorios pueden no ser muy acertados para iniciarse en según que grupos. Un doble CD de canciones que acabarcan varias décadas de carrera nunca será tan convincentes que unos 30 ó 40 minutos de canciones pensadas para ser editadas como un sólo disco, pertenecientes al mismo periodo creativo y con una producción similar. Y desde la primera escucha a este disco me sentí totalmente cómodo con lo que Aerosmith ofrecían.
Aerosmith ha tenido un gran éxito en los 90, y consiguieron calar a toda una generación que se desarrolló musicalmente en toda esa época y considera discos como "Get a grip" (que no he escuchado, así que no opino) clásicos, quizá sea por eso que más de un aficionado al rock añejo desprecia a Aerosmith. Pero la verdad es que antes de todo eso, en sus primeros años, Aerosmith fueron una excelente banda de rock setentero. Con influencias de grandes clásicos, pero con un sonido muy personal que ha soportado el paso del tiempo perfectamente (hay discos de esa misma época de los que disfruto su sonido característico de aquellos años, pero "Toys in the attic" para mí sigue sonado moderno). Y ese sonido personal no es más que una suma de elementos no demasiado original: guitarras hardrockeras, a veces con sonido algo punk, otras veces más blues, combinación de temás de rock clásico con otros de corte más pop... todo rematado con la excelente voz de Steven Tyler, que aquí está en un gran momento y se equipara a algunos de los más grandes del estilo. Es el propio Steven también el que lleva el mayor peso compositivo del grupo, ayudado por el resto del grupo, del que destaca el excelente guitarra solista Joe Perry.
Otra virtud del disco es que es bien variado, pese a la homogeneidad de su sonido. El tema "Toys in the attic" es un temazo con un riff muy punk, o "Round and round" tiene un riff muy oscuro, a lo Black Sabbath. La inevitable balada del disco se encuentra al final, "You see me crying", y tiene el sabor de algunas de las grandes baladas de la época: una genial linea de piano (que me recuerda algo a Elton John), una melodía preciosa cantada increíblemente por Tyler con una genial voz rota, arreglos orquestales bien utilizados y el indiscutible sello rockero que no falta en los otros temas. Una de las menos conocidas del disco y que a mi me encanta es "Uncle salty", canción con innegables raíces blues y una melodía vocal muy pegadiza, especialmente en la parte del "Oooh, it's a sunny day outside my windows".
En dicho recopilatorio que había escuchado había tres temas de este disco, que están entre lo mejor del mismo. "Big ten inch record" es una versión de rock and roll clásico que sin desentonar con el resto del álbum, suena bastante añeja. El tema quizá no sea gran cosa, pero como en muchos temas de este estilo, no es sólo la canción en sí sino la chispa que le saben poner los intérpretes, cosa que en este caso no puede dudarse. "Sweet emotion" es la canción más comercial del disco, de hecho esas voces que dicen el título del disco son directamente pop, aunque también tiene potentes riffs de rock duro. Podría quedar algo fuera de lugar por carecer del toque callejero que tienen algunos otros temas y parecer más enfocada a las radios, pero es lo suficientemente buena como para que no moleste. Esa última canción es seguramente la canción de Aerosmith que has escuchado si sólo has escuchado una, "Walk this way". Aunque seguramente hayas escuchado antes la versión rapera que grabaron Run DMC con Tyler y Perry en los 80. No hay mucho que comentar sobre el tema salvo que tiene uno de los mejor riffs de guitarra jamás grabados (no sorprende que sea tan mítico) y que en general es un temazo.
Si estás familiarizado con el rock de los setenta conocerás seguramente este disco, pero si eres de esos escépticos que no tiene muy buena imagen de Aerosmith y no has oído este disco, no puedes permitirte continuar sin hacerlo.
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