Tras varios años luchando por alcanzar el estrellato, Supertramp consiguieron en 1974 su primer gran triunfo con esa obra maestra que fue “Crime Of The Century”, el disco donde hallaron su sonido personal condensando todas sus influencias: un poco de pop, otro poco de rock sinfónico, algún toque de blues o jazz, sus omnipresentes solos de saxofon, etc. El tremendo éxito que tuvo su nuevo disco les cogió a todos totalmente desprevenidos (sus anteriores obras no vendieron demasiado bien), de modo que entre la extensa gira y las presiones de la discográfica no pudieron dedicar demasiado tiempo a su siguiente obra, que salió a la luz para aprovechar su reciente éxito y que además estaba formada casi íntegramente por descartes de su anterior disco.
Así fue como vió la luz el “Crisis? What Crisis?”, como un disco de temas descartados que además el grupo no pudo retocar tanto como les hubiera gustado (siempre fueron unos perfeccionistas en lo que a producción y sonido se refiere, de hecho creo que el “Crime Of The Century” es un perfecto ejemplo de disco intachablemente producido).
Musicalmente hablando yo noto una enorme diferencia entre la cara A y la cara B del disco. La cara A me parece simple y llanamente a la altura de su anterior obra maestra, si todo el disco siguiera ese nivel me parecería otra de las obras cumbre de Supertramp, pero la segunda mitad me parece que, sin ser mala, baja el nivel haciendo que el disco se quede en muy bueno a secas.
Como de costumbre, los temas están todos firmados a nombre de los dos líderes y cantantes del grupo: Rick Davies (de tradición jazzística, serio, de voz grave y excelente pianista) y Roger Hodgson (de tradición popera, espiritual y hippioso, con su famoso timbre de voz exageradamente agudo, encargado de teclados y de guitarras en los temas en que éstas aparecen). A la práctica en realidad componían separados puesto que a estas alturas ya se llevaban bastante mal y, salvo un tema, las canciones son obra de quien las canta.
El disco abre con un breve tema introductorio acústico de Roger llamado “Easy Does It”, una simple y pegadiza melodía que empieza silbando alegremente. Unida a ésta aparece un precioso tema llamado “Sister Moonshine” (que es un claro precedente del posterior y más famoso “Give A Little Bit”), una canción alegre y vitalista con ese toque tan especial y encantador que tienen muchos temas de Roger (y créanme, es imposible escucharla en directo sin esbozar una estúpida sonrisa de felicidad).
El primer tema de Rick es un pequeño clásico de Supertramp, “Ain’t Nobody But Me”, muy en su estilo: un inicio más rockero y con cierta base bluesera para acabar en un pegadizo estribillo mucho más popero y un excelente solo de saxofon.
A estos temas más alegres les seguirá el que es para mí el momento cumbre del disco y uno de mis temas más predilectos de Supertramp (aunque no lo crean, eso en mí es decir mucho): “A Soapbox Opera”, una misteriosa y triste balada a piano de Roger Hodgson. El mejor ejemplo en el disco de a lo que me refiero cuando digo que eran unos perfeccionistas buscando el sonido ideal para cada tema puliendo todos los detalles (y eso que esto es un disco acabado deprisa y corriendo): las extrañas voces del inicio, el pequeño solo de armónica y, sobre todo, los magníficos arreglos de violín que le dan al tema un clímax final escalofriante que aún me pone los pelos de punta. Todo eso acompañado de una de las mejores interpretaciones vocales de Roger. Descomunal.
Y para cerrar la cara A, otro temas más míticos de Rick: “Another Man’s Woman”, una canción de ritmo más acelerado donde nuestro amigo Davies se luce como pianista acompañado excelentemente por Roger a la guitarra eléctrica. Cabe decir que me gustan más las versiones en vivo donde Rick adquiere el protagonismo absoluto de la canción luciéndose más aún si cabe con el piano y llegando a alargar la canción hasta 10 minutos.
La cara B como dije antes no tiene malos temas pero me entusiasma menos. Así como la primera mitad del disco me cuesta creer que sean simples temas rechazados, aquí ya empiezo a notar un poco más que los temas no están tan acabados como era habitual en ellos. “Lady” es el clásico tema popero pegadizo de Roger, que tiene muy buenos teclados pero para mí no llega a redondearlo. “Poor Boy” es un tema muy Davies que tiene una excelente ambientación a lo años 20-30 pero con una melodía a la que le echo en falta algo. Así mismo, “Just A Normal Day” es una buena balada escrita e interpretada por los dos que de nuevo me parece que está algo vacía (podrían haber hecho maravillas si la hubieran retocado). El disco remonta hacia el final con “The Meaning”, un tema acústico de Roger con cierto toque místico donde hace una interpretación vocal soberbia y que tiene en mi opinión una de las mejores melodías del disco, un tema injustamente olvidado. Y para cerrar un pequeño clásico de Supertramp, otra balada de Roger, “Two Of Us”, que contiene otra de las mejores melodías que jamás compuso este hombre aunque de nuevo la prefiero en vivo interpretada con la guitarra y no con el órgano (la versión del directo “Paris” me parece uno de los momentos más mágicos y especiales que he oído).
Comercialmente “Crisis? What Crisis?” vendió bien y gustó a los fans, aunque ni se pudo comparar con el éxito que tuvo “Crime Of The Century”. Insatisfechos con el resultado, después de la correspondiente gira la banda se aplicó a fondo en su siguiente obra y parieron otra obra maestra y uno de mis discos favoritos de todos los tiempos: “Even In The Quietest Moments”. Y es que lo único que realmente se le puede achacar a “Crisis? What Crisis?” es tener la mala suerte de estar entre dos obras colosales.
Musicalmente hablando yo noto una enorme diferencia entre la cara A y la cara B del disco. La cara A me parece simple y llanamente a la altura de su anterior obra maestra, si todo el disco siguiera ese nivel me parecería otra de las obras cumbre de Supertramp, pero la segunda mitad me parece que, sin ser mala, baja el nivel haciendo que el disco se quede en muy bueno a secas.
Como de costumbre, los temas están todos firmados a nombre de los dos líderes y cantantes del grupo: Rick Davies (de tradición jazzística, serio, de voz grave y excelente pianista) y Roger Hodgson (de tradición popera, espiritual y hippioso, con su famoso timbre de voz exageradamente agudo, encargado de teclados y de guitarras en los temas en que éstas aparecen). A la práctica en realidad componían separados puesto que a estas alturas ya se llevaban bastante mal y, salvo un tema, las canciones son obra de quien las canta.
El disco abre con un breve tema introductorio acústico de Roger llamado “Easy Does It”, una simple y pegadiza melodía que empieza silbando alegremente. Unida a ésta aparece un precioso tema llamado “Sister Moonshine” (que es un claro precedente del posterior y más famoso “Give A Little Bit”), una canción alegre y vitalista con ese toque tan especial y encantador que tienen muchos temas de Roger (y créanme, es imposible escucharla en directo sin esbozar una estúpida sonrisa de felicidad).
El primer tema de Rick es un pequeño clásico de Supertramp, “Ain’t Nobody But Me”, muy en su estilo: un inicio más rockero y con cierta base bluesera para acabar en un pegadizo estribillo mucho más popero y un excelente solo de saxofon.
A estos temas más alegres les seguirá el que es para mí el momento cumbre del disco y uno de mis temas más predilectos de Supertramp (aunque no lo crean, eso en mí es decir mucho): “A Soapbox Opera”, una misteriosa y triste balada a piano de Roger Hodgson. El mejor ejemplo en el disco de a lo que me refiero cuando digo que eran unos perfeccionistas buscando el sonido ideal para cada tema puliendo todos los detalles (y eso que esto es un disco acabado deprisa y corriendo): las extrañas voces del inicio, el pequeño solo de armónica y, sobre todo, los magníficos arreglos de violín que le dan al tema un clímax final escalofriante que aún me pone los pelos de punta. Todo eso acompañado de una de las mejores interpretaciones vocales de Roger. Descomunal.
Y para cerrar la cara A, otro temas más míticos de Rick: “Another Man’s Woman”, una canción de ritmo más acelerado donde nuestro amigo Davies se luce como pianista acompañado excelentemente por Roger a la guitarra eléctrica. Cabe decir que me gustan más las versiones en vivo donde Rick adquiere el protagonismo absoluto de la canción luciéndose más aún si cabe con el piano y llegando a alargar la canción hasta 10 minutos.
La cara B como dije antes no tiene malos temas pero me entusiasma menos. Así como la primera mitad del disco me cuesta creer que sean simples temas rechazados, aquí ya empiezo a notar un poco más que los temas no están tan acabados como era habitual en ellos. “Lady” es el clásico tema popero pegadizo de Roger, que tiene muy buenos teclados pero para mí no llega a redondearlo. “Poor Boy” es un tema muy Davies que tiene una excelente ambientación a lo años 20-30 pero con una melodía a la que le echo en falta algo. Así mismo, “Just A Normal Day” es una buena balada escrita e interpretada por los dos que de nuevo me parece que está algo vacía (podrían haber hecho maravillas si la hubieran retocado). El disco remonta hacia el final con “The Meaning”, un tema acústico de Roger con cierto toque místico donde hace una interpretación vocal soberbia y que tiene en mi opinión una de las mejores melodías del disco, un tema injustamente olvidado. Y para cerrar un pequeño clásico de Supertramp, otra balada de Roger, “Two Of Us”, que contiene otra de las mejores melodías que jamás compuso este hombre aunque de nuevo la prefiero en vivo interpretada con la guitarra y no con el órgano (la versión del directo “Paris” me parece uno de los momentos más mágicos y especiales que he oído).
Comercialmente “Crisis? What Crisis?” vendió bien y gustó a los fans, aunque ni se pudo comparar con el éxito que tuvo “Crime Of The Century”. Insatisfechos con el resultado, después de la correspondiente gira la banda se aplicó a fondo en su siguiente obra y parieron otra obra maestra y uno de mis discos favoritos de todos los tiempos: “Even In The Quietest Moments”. Y es que lo único que realmente se le puede achacar a “Crisis? What Crisis?” es tener la mala suerte de estar entre dos obras colosales.
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