Hoy dedicamos reseña a otro de esos grandes grupos de rock españoles que no gozaron de la suerte que merecían, los sevillanos The Storm. No estoy hablando de uno de esos grupos españoles a quienes miramos con cierta benevolencia por haberse formado en un país y una época donde el rock lo tenía difícil, The Storm tenían la calidad y el potencial suficientes como para poder valorarlos junto a otros grupos de rock extranjeros del momento. Como anécdota significativa, decir que cuando telonearon a Queen en Barcelona el 1974 (lo que daría por haber disfrutado de ese pedazo de doble cartel), los ingleses se quedaron tan sorprendidos que fueron a felicitarles personalmente y se dice que hasta Freddie Mercury les propuso llevarles de teloneros en su gira, pero la idea no se materializó.
Como primera aproximación, The Storm siempre han sido comparados con Deep Purple, y no es de extrañar, ambos grupos se mueven en las mismas directrices (hard-rock, tintes sinfónicos, gusto por las improvisaciones y los solos...) y además se sirven mucho del órgano Hammond, quizás el instrumento con el que más se asocia a los Purple. Musicalmente hablando los cuatro miembros del grupo no sólo son muy buenos músicos sino que suenan perfectamente compenetrados, algo que se nota mucho en los temas instrumentales, donde las melodías y cambios de ritmo fluyen de una forma absolutamente natural. En especial no puedo dejar de destacar el maravilloso trabajo de Luis Genil a los teclados y la excelente guitarra de Ángel Ruiz.
La obra que nos ocupa es su debut, el cual grabaron en tan sólo cuatro horas y media prácticamente en directo. Aún así las condiciones en que se grabó no hacen que el resultado final se resienta en absoluto: el disco suena potentísimo, las composiciones son excelentes (en mi opinión ninguna flojea) y los cuatro tienen oportunidad de lucirse musicalmente. A día de hoy es seguramente mi disco español favorito de todos los tiempos y realmente creo que no desentonaría entre otras pequeñas bandas clásicas anglosajonas.
El contenido del disco puede dividirse en temas cantados más rockeros y cortos y temas instrumentales algo más largos (siendo éstos mis predilectos). Y si algo no se le puede achacar es que comienza de una forma brutal, con mis dos temas cantados favoritos. Para empezar nos encontramos con el adictivo “I’ve Gotta Tell Your Mama”, que tiene un estribillo que me encanta y que merecería ser un single de éxito. A éste le sigue “I Am Dust”, y si ya decíamos que la banda recuerda mucho a Deep Purple, aquí directamente parece que se nos ha colado una canción de los británicos porque el estilo Purple es marcadísimo con el protagonismo que cobra el órgano y sobre todo la voz que en ciertos momentos pega unos gritos al puro estilo Ian Gillan.
El primero de los instrumentales tiene el rockero nombre de “Un Señor Llamado Fernández de Córdoba”, que hace referencia a su mánager. Es un tema excelente donde ya se meten en terrenos más sinfónicos dominados por la improvisación y guiados por el omnipresente órgano de Luis Genil y con otro magnífico trabajo a la guitarra de Ángel Ruiz. No es uno de esos instrumentales en que la banda se mete en caminos de difícil salida para exhibir piruetas musicales, sino que suenan firmes y muy compenetrados musicalmente siguiéndose en todo momento y sin pisarse. Magnífico.
A continuación le siguen tres composiciones que vuelven al estilo rockero más directo: “Woman Mine”, de la cual destaco sobre todo sus pequeños momentos instrumentales dominados de nuevo por el órgano; “It’s Alright”, que recuerda al estilo rockero festivo de “I’ve Gotta Tell Your Mama” y que aquí incluye la novedad de que cantan algunas partes en castellano (aunque la verdad es que las primeras veces que la oí ni me di cuenta); y “I Don’t Know”, que pese a su corta duración cuenta con unos cambios de ritmo y melodía muy conseguidos.
El segundo instrumental es el excelente “Crazy Machine”, en el que pasan de unas atmósferas tenebrosas a otras más jazzísticas y rockeras desembocando en un magistral solo de batería. Sin duda el momento cumbre del álbum junto al primer instrumental.
Y para acabar, otro instrumental que es el único tema sin órgano tal y como anuncia su título: “Experiencia Sin Órgano”, que compusieron en la misma sesión de grabación de forma espontánea mientras improvisaban. Al estar ausente el órgano aquí se basan mucho más en la guitarra, que es quien conduce la canción con un sonido muy hard-rockero.
The Storm crearon un debut excelente y consiguieron hacerse un nombre en la escena rockera underground de la época pero su carrera quedó truncada en gran parte por algo tan estúpido como que tuvieron que cumplir con el servicio militar. Cuando volvieron grabaron otro disco pero ya no era lo mismo, su momento había pasado y ellos se dieron cuenta. Ya no se les recordaba tanto como antes y de todos modos el panorama musical había cambiado mucho en general.
Como primera aproximación, The Storm siempre han sido comparados con Deep Purple, y no es de extrañar, ambos grupos se mueven en las mismas directrices (hard-rock, tintes sinfónicos, gusto por las improvisaciones y los solos...) y además se sirven mucho del órgano Hammond, quizás el instrumento con el que más se asocia a los Purple. Musicalmente hablando los cuatro miembros del grupo no sólo son muy buenos músicos sino que suenan perfectamente compenetrados, algo que se nota mucho en los temas instrumentales, donde las melodías y cambios de ritmo fluyen de una forma absolutamente natural. En especial no puedo dejar de destacar el maravilloso trabajo de Luis Genil a los teclados y la excelente guitarra de Ángel Ruiz.
La obra que nos ocupa es su debut, el cual grabaron en tan sólo cuatro horas y media prácticamente en directo. Aún así las condiciones en que se grabó no hacen que el resultado final se resienta en absoluto: el disco suena potentísimo, las composiciones son excelentes (en mi opinión ninguna flojea) y los cuatro tienen oportunidad de lucirse musicalmente. A día de hoy es seguramente mi disco español favorito de todos los tiempos y realmente creo que no desentonaría entre otras pequeñas bandas clásicas anglosajonas.
El contenido del disco puede dividirse en temas cantados más rockeros y cortos y temas instrumentales algo más largos (siendo éstos mis predilectos). Y si algo no se le puede achacar es que comienza de una forma brutal, con mis dos temas cantados favoritos. Para empezar nos encontramos con el adictivo “I’ve Gotta Tell Your Mama”, que tiene un estribillo que me encanta y que merecería ser un single de éxito. A éste le sigue “I Am Dust”, y si ya decíamos que la banda recuerda mucho a Deep Purple, aquí directamente parece que se nos ha colado una canción de los británicos porque el estilo Purple es marcadísimo con el protagonismo que cobra el órgano y sobre todo la voz que en ciertos momentos pega unos gritos al puro estilo Ian Gillan.
El primero de los instrumentales tiene el rockero nombre de “Un Señor Llamado Fernández de Córdoba”, que hace referencia a su mánager. Es un tema excelente donde ya se meten en terrenos más sinfónicos dominados por la improvisación y guiados por el omnipresente órgano de Luis Genil y con otro magnífico trabajo a la guitarra de Ángel Ruiz. No es uno de esos instrumentales en que la banda se mete en caminos de difícil salida para exhibir piruetas musicales, sino que suenan firmes y muy compenetrados musicalmente siguiéndose en todo momento y sin pisarse. Magnífico.
A continuación le siguen tres composiciones que vuelven al estilo rockero más directo: “Woman Mine”, de la cual destaco sobre todo sus pequeños momentos instrumentales dominados de nuevo por el órgano; “It’s Alright”, que recuerda al estilo rockero festivo de “I’ve Gotta Tell Your Mama” y que aquí incluye la novedad de que cantan algunas partes en castellano (aunque la verdad es que las primeras veces que la oí ni me di cuenta); y “I Don’t Know”, que pese a su corta duración cuenta con unos cambios de ritmo y melodía muy conseguidos.
El segundo instrumental es el excelente “Crazy Machine”, en el que pasan de unas atmósferas tenebrosas a otras más jazzísticas y rockeras desembocando en un magistral solo de batería. Sin duda el momento cumbre del álbum junto al primer instrumental.
Y para acabar, otro instrumental que es el único tema sin órgano tal y como anuncia su título: “Experiencia Sin Órgano”, que compusieron en la misma sesión de grabación de forma espontánea mientras improvisaban. Al estar ausente el órgano aquí se basan mucho más en la guitarra, que es quien conduce la canción con un sonido muy hard-rockero.
The Storm crearon un debut excelente y consiguieron hacerse un nombre en la escena rockera underground de la época pero su carrera quedó truncada en gran parte por algo tan estúpido como que tuvieron que cumplir con el servicio militar. Cuando volvieron grabaron otro disco pero ya no era lo mismo, su momento había pasado y ellos se dieron cuenta. Ya no se les recordaba tanto como antes y de todos modos el panorama musical había cambiado mucho en general.
Sea como sea, siempre nos quedará esta magnífica obra, y es que es impresionante comprobar como había por entonces en España bandas capaces de sonar así y con tanto talento. No dejemos que eso se olvide, “The Storm” demuestra que en España se podía rockear bien.
4 comentarios:
Me encanta este disco, como dices, creo que es uno de los discos clave en el rock español, hace poco yo también le dediqué una entradita.
Por cierto, dicen que tras la muerte de Luis Genil, vienen dando conciertos con una nueva cantante. Se ve que siguen con ganas.
¡Saludos!
Perfecto comentario, con el coincido plenamente. Entre estas coincidencias, destaco que fueron los Deep Purple españoles, y que es el mejor disco de Rock (Rock del que sea) que se ha grabado en España.
Dark.
por si quereis pegarle un ojo a la pagina web que hice hac algun tiempo, es www.thestorm.es. no tiene mucha info, pero espero que entre todos podamos llenarla
A mí me gusta muchísimo el primer disco de los Storm. El segundo no me gustó nada. De todas formas, todo lo que cuentas se puede aplicar a muchas muchas bandas que surgieron en toda la península entre finales de los 60 y finales de los 70. Hubo muchos grupos muy buenos, que hicieron discos muy buenos y que podían plantar cara a sus contemporáneos extranjeros y que acabaron desintegrándose por culpa de un servicio militar tras otro y sustituciones que no eran nada fáciles. Aún así veo que no has escrito de ninguno de esos grupos. Curioso.
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