Bien. Este es uno de los discos que más me ha contrariado en mi vida. Cuando les descubrí me parecieron una tomadura de pelo, y fue poco a poco, y con tiempo, como pude llegar a apreciarlos. Kraftwerk son, en el fondo, todo lo contrario de lo que pretende ser el rock and roll. Aquí no encontraremos ambientes viciosos llenos de humo, sino inmaculados pasillos corporativos de color blanco. No haremos el amor con ardientes bailarinas negras, sino que seremos atentidos por recepcionistas robot, y el alcohol y otras sustancias destinadas a llevarnos al descontrol serán sustituídos por algún tipo de píldora que nos impedira dormir y nos hará tener mayor eficiencia a la hora de trabajar. La música de Kraftwerk, a día de hoy, es una oda al retrofuturismo, a la inocente (y no tan inocente) perspectiva que se tenía hace años de los tiempos por venir.
Si, vale, esta música es repetitiva, está hecha con sintetizadores desfasados, cajas de ritmos muy simples y voces sintetizadas de tipos que no saben cantar, pero hay algo en su música que lo hace todo muy creíble. Esas atmósferas de ciudades esterilizadas, de vida alienada, de gobiernos totalitarios, ropa blanca y comida en cápsulas, consiguen de alguna manera atrapar a quien escuche el disco, sumergirlo en la distopía y por unos instantes, hacer que quiera formar parte de ella. Esa es la grandeza de Kraftwerk.
"The robots" es, desde su lanzamiento, el grito de guerra, el emblema del grupo. Aquí es donde Kraftwerk encuentran el equilibrio perfecto entre su pasado más experimental y su lado pop. Una canción que al no iniciado puede sonar ridícula, absurda, pero que se las apaña para quedarse grabada en el subconsciente del oyente, y con suerte, tiempo después, acabar conquistándole. Esas voces feas, esos infantiles loops de sintetizador, de repente, cobran sentido. "Spacelab" es mi favorita del disco. Hace honor a su título y pinta en mi mente imágenes desoladoras de un lejando laboratorio en alguna estación espacial, lejos de la Tierra. La melancolía es demasiado palpable como para que yo pueda permanecer impasible. "Metropolis" es algo parecida a "Spacelab", aunque no tan buena. Por primera vez en el disco, aparecen voces no modificadas, que aunque aparecen poco, le dan un toque más humano, y nos hacen bajar de dicha estación especial a cierta gran ciudad en la que siempre es de noche y los coches vuelan.
"The model" es el tema más pop del disco, y aunque podría decirse que suena demasiado sintetizada y aséptica para una canción de este estilo, al mismo tiempo consigue un efecto bastante bueno. La melodía vocal no está mal, aunque a mi me gusta más la que aparece en la parte instrumental central. La letra es una reflexión sobre lo superficial de la sociedad y los ideales de belleza, con algún verso bastante bueno ("She's looking good, for beauty we will pay"). "Neon lights" peca de ser demasiado larga y tener un final quizá demasiado repetitivo que no aporta mucho, pero al mismo tiempo su inicio es lo mejor de todo el disco, gracias a su ambientación de ciudad futurista, similar a la de "Metropolis" pero mucho mejor lograda y su maravillosa, bella y embriagadora melodía vocal. El tema "The man machine" es un muy buen cierre de disco, aunque se parece demasiado a "The robots" y es inferior. Muy buen tema aún así.
Aunque yo hubiera sido partidario de comentar la edición original en alemán del disco, ha sido en inglés como escuché este disco las primeras veces y así me he acostumbrado. Además, el disco no es que esté lleno de letra, por lo que no se nota mucha diferencia entre una versión y otra. Está muy bien este disco. No acabo de verlo como una gran joya (sí como un disco muy bueno), pero si es un disco de gran peso en la discografía de uno de los grupos más influyentes en algunos terrenos de la música popular, y por eso, es un documento que vale la pena tener.
2 comentarios:
Efectivamente, es un disco que sin ser una joya, vale la pena tener. Muy buena la reseña, amén de bien "ambientada".
A mí de Kraftwerk el disco que más me gusta es Autobahn.
Saludos.
Dark
Bueno, para mí sí es una joya. Todos los temas son perfectos, la atmósfera es inigualable y el valor de vanguardia que tiene es difícil de calcular.
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